- Vamos a PROTEGER TÉRMICAMENTE una vieja ventana, gasto CERO: buscamos un material trasparente o traslúcido "cortable", como el policarbonato de celdillas, lo cortamos adaptándalo al hueco existente (lo vamos a entrar en diagonal hasta sacarlo fuera y luego, de fuera a dentro, con una cuerda o cinta...)
- Una vez cortado, le hacemos en su mitad una perforación, pasamos una cuerda o cinta, y en su parte exterior le hacemos un nudo grueso que no pase, en el otro extremo otro al final (como 80cms de cuerda irá bien por manejar). Vamos a la ventana, la abrimos, pasamos el plafón (nos viene bien la cuerda para sujetarlo medio volado fuera), y lo encajamos desde fuera hasta pegarse a la ventana.
Luego cerramos la ventana PILLANDO bien la cinta o cuerda y pestillo, eso nos hace de "sujeción" del policarbonato (podemos reforzar con otro nudo a esa altura), y LISTO...
- Nuestra ventana ya no deja pasar el AIRE y además su transitividad ha quedado reducida (ni puentes térmicos ni nada), y de paso la protegemos de la lluvia que era la idea mía inicial (luego descubrí sus propiedades térmicas: cada "ola de calor" las coloco).
- EFECTIVAMENTE: si el plafón es traslúcido (como el policarbonato de celdillas) no deja ver el paisaje, pero entra la luz y no pasa nuestra calefacción, lo que muchas veces permite tener el portón abierto en vez de dejarlo todo el invierno cerrado...
Más información: visitad la web ARCHITIZER y buscad mis trabajos: "pedro vaquer" (zooarq@gmail.com), y un saludazo.
Sin comentarios aun. ¡Deja el primer comentario!
Debes iniciar sesión para publicar un comentario.